Revelación del estatus de VIH
La revelación de la condición de ser VIH+ es un asunto complejo, delicado y muy personal. Se trata de hablar sobre una enfermedad estigmatizada, transmisible y potencialmente mortal. Las decisiones al respecto no sólo son personales sino que varían según la edad, la situación, el contexto y la pareja, y pueden cambiar durante el transcurso del tiempo y según las experiencias de la persona. Históricamente, los mensajes de salud pública han exhortado la revelación del estatus de VIH a toda pareja sexual y de drogas. En la realidad, algunas personas VIH+ tal vez prefieran no revelar su estatus por varios motivos: temor al rechazo o daño, sentimientos de culpabilidad, el deseo de mantenerlo en secreto, creer que al protegerse durante el acto sexual ya no es necesario revelarla, fatalismo, la percepción de normas comunitarias en contra de la revelación y creer que los otros tienen la responsabilidad de protegerse. Esta hoja se centra en la revelación del estatus de VIH dentro del contexto sexual. Comentar y revelar el estatus de VIH es una vía de doble sentido. Ya sea correcto o no, la mayoría de las personas creen que cuando una persona se sabe VIH+ entonces le incumbe informar a su pareja, y a los consejeros se les anima a ayudarles en este proceso. Además, en algunas áreas las leyes requieren la revelación del estatus de VIH+ antes de iniciar el contacto sexual. Sin embargo, ambos integrantes de la pareja deben compartir la responsabilidad de conocer su propia condición, de revelarla cuando lo estimen importante y de preguntar a su pareja sobre la condición del otro si desean enterarse. La mayoría de las personas VIH+ revelan su estatus a algunas pero no a todas sus parejas, amistades y familiares. Generalmente, entre más tiempo se viva con el VIH, más fácil se hace aceptar y revelar dicha estatus. La revelación del estatus de VIH a parejas sexuales es más común en las relaciones románticas de largo plazo que en las casuales (aventuras de una noche, parejas anónimas, sesiones grupales, etc.). La revelación también varía según la percepción del estatus de VIH de las parejas, el nivel de riesgo de VIH de los actos sexuales, el sentido de responsabilidad de proteger a las parejas (responsabilidad personal vs. compartida) y el consumo de alcohol o drogas.