Hombres negros
¿Qué necesitan los hombres negros para evitar el VIH?
¿quiénes son los hombres negros?
Los hombres negros y los afroamericanos no se pueden encasillar en una sola categoría “unitalla”. Ellos son padres, hermanos, tíos e hijos en las comunidades negras. Son médicos, abogados, barberos y conductores de autobuses; son cristianos y musulmanes y hablan muchos idiomas. Sin embargo, no toda persona de aspecto negro o afroamericano se identifica con estas etiquetas. En EEUU, los hombres negros son un grupo diverso que abarca, entre otros, a afrocubanos, caribeños, brasileños y africanos.
¿por qué el VIH es una preocupación?
Actualmente, el VIH es una crisis de salud mayúscula entre los hombres negros y afroamericanos de cualquier edad u orientación sexual.1 En el año 2000, el SIDA fue la primera causa de muerte entre los hombres negros de 35-44 años de edad y la tercera causa de muerte de hombres negros entre 25 y 44 años de edad.2 Las tasas del VIH entre afroamericanos jóvenes que tienen sexo con otros hombres (HSH) son más elevadas que entre cualquier otro grupo racial o étnico.2 El VIH/SIDA no es la primera crisis de salud que encaran los hombres negros, ni será la última. Los hombres negros afrontan muchas disparidades médicas y están desproporcionadamente afectados por muchas enfermedades como la hipertensión, el cáncer y las cardiopatías. El VIH plantea otro tipo de desafío debido a su transmisión por medio del contacto sexual y del consumo de drogas, temas difíciles de tocar y cargados de estigma en muchas comunidades.
¿cuáles son los factores de riesgo del VIH?
La primera causa de infección por VIH entre los hombres afroamericanos es el sexo, ya sea con hombres o con mujeres.1 En EE.UU. hemos confundido la conducta sexual con la identificación sexual de los hombres negros.3 Por ejemplo, un hombre negro que tiene sexo con hombres y mujeres puede pertenecer a la clasificación de riesgo de los CDC (centros de control de enfermedades) de “contacto sexual de hombre a hombre;” por los investigadores como “bisexual” o “HSH,” por la prensa como “incógnitos” o que tienen relaciones con otros hombres discretamente (on the down low), por grupos activistas como “amante del mismo sexo” o por sus parejas como “heterosexual.” El consumo de drogas inyectables es la segunda causa de infección por VIH entre hombres negros1. Muchos consumidores de drogas padecen adicción, pobreza, falta de vivienda, estigma, depresión, enfermedad mental y trauma anterior, todas éstas situaciones que favorecen la transmisión del VIH, por ejemplo al compartir equipos de inyección.4
¿qué afecta al riesgo del VIH?
Sabemos que el VIH se transmite entre hombres (sean negros o no) por medio del sexo anal o vaginal sin protección con una persona VIH+ o por usar los equipos de inyección de una persona VIH+. Sabemos mucho menos sobre el efecto de las fuerzas psicosociales, contextuales, políticas e históricas sobre las prácticas de riesgo de los hombres negros. Es necesario resolver los problemas de educación, empleo y encarcelamiento, especialmente entre los hombres marginados económicamente. Los hombres negros y afroamericanos son discriminados en la educación y en el empleo. En la escuela, muchos niños negros son etiquetados como “problemáticos” y son remitidos a clases de “educación especial,” lo cual reduce el número de varones negros que ingresan a la escuela secundaria.5 Consecuentemente, muchos hombres negros no consiguen empleo bien remunerado y quedan sumamente desfavorecidos en nuestra economía tecnológica. La falta de empleo está vinculada con condiciones que pueden aumentar el riesgo del VIH, tales como el consumo de alcohol y drogas, el sexo comercial, la falta de vivienda y el encarcelamiento. Casi la tercera parte de los hombres negros han estado encarcelados como adolescentes o adultos.6 El ciclo de entrar, salir y regresar a la cárcel puede perjudicar la capacidad de los hombres negros de encontrar y mantener tanto empleo como relaciones personales. Entre menos hombres negros haya en la comunidad, menos oportunidades tendrán las parejas negras para la monogamia a largo plazo y mayores serán las posibilidades de tener múltiples parejas, lo que puede aumentar el riesgo de transmitir el VIH/ETS.7 En EE.UU. existe una larga historia de explotación y objetivización sexual del varón negro. Con frecuencia a los hombres negros se les describe según su supuesta afición o proeza sexual en lugar de reconocerlos como seres complejos y multidimensionales con sus fortalezas y debilidades.8
¿cuáles son los factores protectores?
Muchas organizaciones en todo el país promueven la fuerza y la unidad entre hombres negros. Grupos fraternales, barberías y grupos cívicos, como “100 Black Men” y otros, fortalecen a los hombres negros ofreciéndoles modelos positivos a seguir, promoviendo la historia y cultura afroamericana y colaborando con empresas y universidades.9 Los sistemas de apoyo familiares, comunitarios y espirituales son importantes para proteger a los jóvenes negros contra el VIH. Las familias unidas con padres que vigilen a sus hijos y hablen con ellos son la clave para promover conductas saludables.10 Las iglesias negras pueden ofrecer información sobre la prevención del VIH; también pueden poner el ejemplo respondiendo a las necesidades de los consumidores de drogas, homosexuales y personas VIH+ sin estigmatizarlos.11
¿qué se está haciendo al respecto?
Se implementó un programa de prevención el VIH con adolescentes afroamericanos en Filadelfia, PA, que abarcaba tanto la abstinencia sexual como la protección durante las relaciones sexuales. Los participantes de la intervención de abstinencia reportaron menos actos sexuales después de 3 meses, pero no en las encuestas de seguimiento realizadas a los 6 y 12 meses después. Entre los jóvenes con experiencia sexual anterior al programa, aquellos que participaron en la intervención sobre el sexo más seguro reportaron menos actos sexuales que los participantes de la intervención de abstinencia según las encuestas de seguimiento realizadas a los 3, 6 y 12 meses. Ambos métodos redujeron a corto plazo las conductas riesgosas con respecto al VIH, pero es posible que las intervenciones enfocadas en la protección en el sexo tengan efectos más duraderos que las intervenciones sobre la abstinencia, y que también logren mejores resultados entre jóvenes con previa experiencia sexual.12 Desde hace muchos años, “People of Color in Crisis” (POCC) en Brooklyn, NY ofrece actividades de prevención del VIH/SIDA y otras intervenciones para hombres y mujeres negras. “Many Men, Many Voices” es una intervención grupal interactiva y experiencial para hombres homosexuales no caucásicos. Sus facilitadores capacitados dirigen seis sesiones semanales para ayudar a los hombres a sentirse protegidos y aceptados con un apoyo social positivo.13 “Concerned Black Men” (CBM) es una organización de servicio establecida y dirigida por hombres negros con el fin de ofrecer modelos positivos a seguir a los niños negros. CBM tiene 21 sedes a lo largo de EE.UU. que brindan programas de prevención de la violencia, el consumo del alcohol y drogas, del embarazo y de ETS/VIH, al tiempo que promueven la autoestima, resolución de conflictos y plantación para asistir a la universidad.14 El “Down Low Barbershop Project” colabora con barberos y estilistas en comunidades negras para brindar a los hombres negros información sobre el VIH, condones y recomendaciones para pruebas y consejería de VIH gratuitas. Los barberos participan en dos capacitaciones de 8 horas sobre la prevención del VIH y luego reclutan a diez clientes para que asistan a una capacitación de 4 horas. La participación de los propietarios de barberías, barberos y clientes es pagada, y los clientes que asisten reciben un vale para un corte de pelo gratuito. El Down Low Barbershop Project se realiza a través de los programas “Brother to Brother” en Seattle, WA y “Us Helping US” en Washington, DC.15
¿qué queda por hacer?
Las agencias de prevención del VIH deberán reconocer las bases culturales y sociales de la comunidad negra.16 La brecha entre ricos y pobres sigue creciendo y la mayoría de las infecciones por VIH ocurre en comunidades pobres.3 Los programas deben responder a los problemas de empleo, educación, encarcelamiento, adicción y estigma, además de las conductas riesgosas relacionadas con el sexo y con el consumo de drogas. Para contar con un ambiente de confianza que favorezca las conversaciones abiertas sobre temas delicados relacionados con el sexo y con el consumo de drogas, los programas de investigación y de prevención deben llevarse a cabo en ambientes familiares lejos de los clubes, bares y otros lugares donde prevalece el sexo.17 La colaboración con organizaciones culturales, religiosas y cívicas que históricamente han llegado a los hombres negros puede ayudar a reclutar e involucrar a estos hombres.18 Los programas de prevención deben vincularse con programas de tratamiento de drogas, prevención de la violencia, enriquecimiento académico, planificación familiar, fortalecimiento cultural y organizaciones empresariales; todo esto con el fin de apoyar a los hombres negros en general tomando en cuenta la riqueza y la complejidad de la vida moderna del hombre negro.
¿quién lo dice?
1.Centers for Disease Control and Prevention. HIV/AIDS among African Americans. 2003.https://www.cdc.gov/hiv/group/racialethnic/africanamericans/index.html&…; 2. Key Facts: African Americans and HIV/AIDS. Report published by the Kaiser Family Foundation. September 2003.http://www.kff.org/hivaids/hiv6090chartbook.cfm 3. Beatty LA, Wheeler D, Gaiter J. HIV prevention research for African Americans: current and future directions. Journal of Black Psychology. 2004;30:40-58. 4. Galea S, Vlahov D. Social determinants and the health of drug users: socioeconomic status, homelessness and incarceration. Public Health Reports. 2002;117: S135-S145. 5. Davis JE. Early schooling and academic achievement of African American males. Urban Education. 2003;38:515-537. 6. Braithwaite RL, Arriola KR. Male prisoners and HIV prevention: a call for action ignored. American Journal of Public Health. 2003;93:759-763. 7. Adimora A, Schoenbach VJ. Contextual factors and the Black-White disparity in heterosexual HIV transmission. Epidemiology. 2002;13:707-712. 8. Whitehead TL. Urban low-income African American men, HIV/AIDS, and gender identity. Medical Anthropology Quarterly. 1997;11:411-447. 9. Bailey DF, Paisley PO. Developing and nurturing excellence in African American male adolescents. Journal of Counseling and Development. 2004;82:10-17. 10. “This is my reality–the price of sex: an inside look at Black urban youth sexuality and the role of the media.” Report published by Motivational Educational Entertainment. January 2004. https://www.meeproductions.com/ 11. Miller RL. African American churches at the crossroads of AIDS. FOCUS. 2001;10:1-5. 12. Jemmott JB III, Jemmott LS, Fong GT. Abstinence and safer sex HIV risk-reduction interventions for African American adolescents: a randomized controlled trial. Journal of the American Medical Association. 1998;279:1529-1536. 13. People of Color in Crisis (POCC), Brooklyn, NY. http://www.pocc.org/ 14. Concerned Black Men, Washington, DC. http://www.cbmnational.org/ 15. Sanders E. Seattle HIV program enlists barbershops: Black men get a trim and a frank discussion. The Boston Globe. January 1, 2004. The Down Low Barbershop Program: www.brotobro.com, www.ushelpingus.com. 16. Darbes LA, Kennedy GE, Peersman G, et al. Systematic review of HIV behavioral prevention research in African Americans. The Cochrane Review. March 2002. 17. Malebranche DJ. Black men who have sex with men and the HIV epidemic: next steps for public health. American Journal of Public Health. 2003;93:862-865. 18. Summerrise R, Wilson W. “The Black Print” model for recruitment of African-American males. Published by the Chicago, IL, Prevention Planning Group. 2000.
Preparado por Darrell P. Wheeler, PhD, MPH, ACSW; Hunter College, NY Traducción Rocky Schnaath Enero 2005. Hoja Informativa 54S