Drogas de club o discoteca

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¿Cuál es el impacto de las drogas de club en la prevención del VIH?

¿cuáles son éstas drogas?

Entre las llamadas drogas de club o fiesta se incluyen la MDMA (éxtasis), la metanfetamina (cristal, speed), el GHB (X líquido o ácido gammahidroxibutirato), la ketamina (K especial), y a veces también los nitratos de amilo (poppers) y la Viagra1. Con frecuencia estas drogas se consumen (aunque no exclusivamente) en clubes nocturnos/discotecas, en las fiestas rave y en las de circuito. Los raves son fiestas grandes con música house o tecno acompañada de efectos visuales; la mayoría de los asistentes son jóvenes. Las fiestas de circuito son una serie de fiestas grandes que duran varios días y noches y se organizan anualmente en diferentes ciudades2. Sus asistentes son predominantemente hombres gay blancos de la clase media, tanto jóvenes como mayores. Entre los efectos físicos y psicológicos de las drogas de club se encuentran: estado de ánimo elevado; mayor empatía, alteración en las percepciones visuales, sensuales y emocionales; agudeza mental; disminución del apetito; relajamiento; mayor energía física y autoestima elevada. Muchas personas consumen drogas recreativamente con pocas o ninguna consecuencia inmediata. El mal uso de las drogas de club puede producir toxicidad (por las drogas mismas o por sus interacciones con otras drogas o fármacos), problemas legales y a veces problemas de adicción. Muchas personas que usan una o más de estas drogas en las relaciones sexuales mencionan haber participado en conductas que aumentan considerablemente su riesgo de VIH. Las drogas de club plantean otros riesgos para la salud, pero aquí sólo comentaremos sus posibles efectos sobre las prácticas que facilitan el contagio del VIH.

¿quiénes las usan?

Gran parte de las investigaciones sobre las drogas de club se ha realizado entre hombres homosexuales, principalmente por la alta prevalencia del VIH y riesgo de infección que existen en esta población. El consumo de drogas de club varía según la población y el área geográfica3. Un estudio de fiestas rave en Chicago encontró que el 48.9% de los asistentes había consumido alguna droga de club, el 29.8% LSD, el 27.7% éxtasis y el 8.5% metanfetamina. Ellos consumieron drogas de club junto con otras drogas tales como marihuana (el 87%), alcohol (el 65.2%) y cocaína/crack (el 26.1%).4 Una encuesta de hombres homosexuales que asistían a fiestas de circuito en San Francisco demostró que el 80% consumió éxtasis, el 66% ketamina, el 43% metanfetaminas, el 29% GHB, el 14% Viagra y el 12% poppers. La mitad (el 53%) consumió cuatro drogas o más.5

¿cuál es el riesgo?

Estas drogas tienen muchas consecuencias físicas y psicológicas que aumentan el riesgo de contraer el VIH: pueden disminuir las inhibiciones, afectar el juicio, incrementar la resistencia sexual y promover conductas riesgosas durante el sexo. El consumo de drogas inyectables también puede aumentar el riesgo de VIH si los equipos de inyección se comparten. El riesgo de VIH ocurre principalmente cuando el consumo de drogas coincide con el contacto sexual. Por ejemplo, la metanfetamina (speed) se usa a menudo para iniciar, intensificar y prolongar los encuentros sexuales, de modo que es posible tener relaciones sexuales con varias parejas. Las drogas inhaladas poppers se usan para relajar el esfínter anal durante el sexo anal receptivo. Por ser deshidratante, la metanfetamina también puede promover desgarros en los tejidos del ano, vagina o boca, aumentando así el riesgo de contraer el VIH/ITS.6,7 En un estudio, consumidores heterosexuales VIH- reportaron un promedio de 9.4 parejas sexuales durante dos meses. El promedio de actos sexuales desprotegidos durante este lapso era de 21.5 para el sexo vaginal, de 6.3 para el sexo anal y de 41.7 para el sexo oral. El 86% de los participantes mencionaron haber tenido sexo maratónico mientras estaban bajo los efectos de la metanfetamina. El 37% dijo que se había inyectado la droga; casi la mitad compartió jeringas o las pidió prestadas.7 El sexo desprotegido con una pareja sexual cuya condición de VIH se desconoce es una actividad de alto riesgo. Una encuesta de hombres homosexuales encontró que el 21% de los hombres VIH+ y el 9% de los VIH- reportaron sexo anal desprotegido en la fiesta de circuito más reciente sin conocer la condición de VIH de su pareja.5 Un estudio de hombres homosexuales en fiestas rave en la Ciudad de Nueva York reveló que el 34% consumía éxtasis por lo menos una vez al mes. Los consumidores de éxtasis mencionaron más incidentes de sexo anal desprotegido que los consumidores de otras drogas y de alcohol.8

¿por qué se consumen?

Para muchas personas, tanto homosexuales como heterosexuales, el consumo de drogas y el sexo son una parte integral y un atractivo principal de las fiestas rave y de circuito. Estas actividades sociales son importantes para algunos grupos de jóvenes y hombres homosexuales, quienes pueden sentirse presionados por sus compañeros a consumir drogas y a tener sexo en este ambiente. Las fiestas rave y de circuito en sí tal vez no producen el consumo de drogas, pero pueden atraer a personas más propensas a consumirlas.9 Las drogas de club se consumen por varias razones: para divertirse, bailar, disminuir las inhibiciones, escaparse de los problemas y combatir la depresión o la ansiedad, entre otras. Algunos factores que pueden llevar al consumo de drogas son la depresión, el consumo de drogas de los padres y el abuso sexual infantil.10

¿qué se está haciendo al respecto?

Un programa de tratamiento de drogas para consumidores gay de metanfetamina en Los Ángeles, CA, buscó reducir el consumo de drogas y las prácticas sexuales arriesgadas relacionadas con el VIH. Ofreció terapia conductual cognitiva (una sesión grupal de 90 minutos tres veces por semana), ayuda para el manejo de contingencias (intervención conductual que ofrece bonos cuyo valor incrementa al abstenerse de las drogas) y terapia conductual cognitiva diseñada especialmente para la cultura gay. Todos los hombres redujeron su consumo de drogas, y quienes participaron en el manejo de contingencias mantuvieron la reducción por más tiempo. La mayor reducción de prácticas sexuales riesgosas ocurrió entre los participantes de la terapia dirigida a la cultura gay.11 “DanceSafe” capacita a voluntarios que sirven como promotores de salud y de prevención del consumo de drogas en las fiestas rave y clubes nocturnos en todo EE.UU. y Canadá. Estos programas emplean un método de reducción de daños y dirigen sus servicios principalmente a consumidores recreacionales de drogas que no son adictos. DanceSafe ofrece información sobre las drogas, el sexo protegido y cómo mantenerse sano; en algunos clubes y fiestas ofrecen examinar las pastillas para comprobar que no contengan sustitutos peligrosos.12 Por medio de reuniones regulares, los programas de 12 pasos como “Crystal Meth Anonymous,” “Narcotics Anonymous” y “Alcoholics Anonymous” promueven la abstención entre personas con problemas causados por el consumo de alcohol, metanfetamina y otras drogas.13 El proyecto “PROTECT” del South Florida Regional Prevention Center pretende reducir el consumo de drogas de club entre homosexuales jóvenes. PROTECT capacita a policías, maestros y otros actores comunitarios sobre las drogas de club, particularmente el éxtasis. Su sitio web incluye una sala de conversación monitoreada por consejeros jóvenes.14 “Stepping Stone,” en San Diego, CA, es un programa residencial de tratamiento de drogas para homosexuales y lesbianas; la mayoría son policonsumidores (que combinan drogas) con algún trastorno psiquiátrico. Las conductas sexuales y las necesidades de salud mental se abordan en el contexto del tratamiento para dejar las drogas. Stepping Stone auspicia una campaña de mercadotecnia social sobre la reducción de daños para concientizar al público sobre los peligros de las drogas de club y el alcohol.15

¿qué queda hacer?

Varias organizaciones están respondiendo a los efectos perjudiciales de las drogas de club en fiestas en EE.UU. Se necesita más sensibilización sobre la toxicidad de estas drogas, el policonsumo y la relación entre el consumo de drogas y la falta de protección en el sexo. En estas fiestas también se deben ofrecer recomendaciones a servicios de salud mental. La comunidad homosexual necesita responder a las presiones reales que existen en algunos subgrupos sobre consumir drogas y ser muy activos sexualmente y debe preguntarse “si el consumo de drogas vale el riesgo que estos hombres corren.” No es suficiente intentar reducir el uso y abuso de drogas en las fiestas de circuito sin abordar simultáneamente las poderosas motivaciones sexuales de su consumo.6 Al recetarles Viagra, los médicos deben informar a los hombres sobre los efectos dañinos de combinar el Viagra con metanfetaminas, poppers y éxtasis. También deben preguntar a sus pacientes VIH+ si ellos usan drogas de club, y explicarles sobre los peligros de combinarlas con los medicamentos contra el VIH.16 Los médicos necesitan saber que el consumo de drogas de club puede afectar la adherencia (apego) al tratamiento del VIH.


¿Quién Lo Dice?

1. Freese TE, Miotto K et al. The effects and consequences of selected club drugs. Journal of Substance Abuse Treatment. 2002;23:151-156. 2. Swanson J, Cooper A. Dangerous liaison: club drug use and HIV/AIDS. IAPAC Monthly. 2002;8:1-15. 3. Halkitis PN, Parsons JT, Stirratt MJ. A double epidemic: crystal methamphetamine drug use in relation to HIV transmission among gay men. Journal of Homosexuality. 2001;41:17-35. 4. Stall R, Paul JP, Greenwood G et al. Alcohol use, drug use and alcohol-related problems among men who have sex with men: the Urban Men’s Health Study. Addiction. 2001;96:1589-1601. 5. Colfax GN, Mansergh G, et al. Drug use and sexual risk behavior among gay and bisexual men who attend circuit parties: a venue-based comparison. Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes. 2001;28:373-379. 6. Fendrich M, Wislar JS, Johnson TP et al. A contextual profile of club drug use among adults in Chicago. Addiction. 2003;98:1693-1703. 7. Semple SJ, Patterson TL, Grant I. The context of sexual risk behavior among heterosexual methamphetamine users. Addictive Behavior. 2004;29:807-810. 8. Klitzman RL, Pope HG, Hudson JI. MDMA (“ecstacy”) abuse and high-risk sexual behaviors among 169 gay and bisexual men. American Journal of Psychiatry. 2000;157:1162-1164. 9. Task Force on Crystal, Syphilis and HIV. Confronting crystal methamphetamine use in New York City. Public policy recommendations. Gay Men’s Health Crisis, New York, NY. July 2004. https://www.gmhc.org/files/editor/file/ti_0609.pdf 10. Adlaf EM, Smart RG. Party subculture or dens of doom? An epidemiological study of rave attendance and drug use patterns among adolescent students. Journal of Psychoactive Drugs. 1997;29:193-198. 11. Shoptaw S, Reback CJ. Drug and sex risk behavior reductions with behavioral treatments for methamphetamine dependence among gay/bisexual men. Presented at the National HIV Prevention Conference, Atlanta, GA. 2003. Abstract #T3-D1004. 12. www.dancesafe.org 13. www.crystalmeth.org, www.na.org, www.aa.org 14. Rothaus S. Workshop targets young gays with a penchant for club drugs. Miami Herald. July 16, 2003. 15. Johnson SB. Stepping Stone: a catalyst for change. Presented at Methamphetamine Use and Gay Men Meeting. Sacramento, CA. April 24, 2003. 16. Romanelli F, Smith KS, Pomeroy C. Use of club drugs by HIV-seropositive and HIV-seronegative gay and bisexual men. Topics in HIV Medicine. 2003;11:25-32. Otros recursos en español: Drogas de club, NIDA AZ libre de drogas Otros recursos en inglés:  www.crystalrecovery.com www.drugabuse.com www.freevibe.com www.crystalneon.org


Preparado por Mike Pendo*, Pamela DeCarlo** *SF Dept of Public Health, **CAPS Traducción Rocky Schnaath Enero 2005. Hoja Informativa 55S

Research Date