Colaboración entre proveedores e investigadores
¿Cómo pueden colaborar los proveedores de servicio y los investigadores?
¿por qué colaborar?
“La investigación sobre la prevención del VIH-por muy buena que sea-no detiene la infección del VIH. La investigación del comportamiento sobre el VIH sólo puede detener la infección del VIH si sus resultados se utilizan en el mejoramiento de programas ya implementados.”1 -Jeff Kelly
Toda persona que trabaja en el área de prevención de VIH quiere lograr disminuir la propagación del VIH. Cuando los investigadores y las agencias comunitarias (CBO por sus siglas en inglés) colaboran es posible mejorar los programas comunitarios, las investigaciones científicas y por consiguiente los esfuerzos de prevención del VIH. Para evaluar y realizar programas de prevención que sean útiles en las comunidades, los investigadores han de comprender cómo funcionan los programas de educación para la salud y de organización comunitaria, cómo tener acceso a las poblaciones que estudian (las mismas que atienden las CBO), y las maneras mas útiles de divulgación de resultados. Estos recursos se obtienen al colaborar con las CBO y pueden contribuir al mejoramiento de las investigaciones.2 La misión de muchas CBO es impartir programas, no evaluarlos. Éstas podrían requerir de colaborar con investigadores al utilizar intervenciones ya comprobadas, evaluar programas en operación o para incorporar elementos teóricos en el diseño de una intervención. Trabajar con los investigadores puede ayudar a mejorar los programas.3 En EEUU los financiamientos federales, estatales, locales y privados requieren cada vez más que las CBO utilicen la teoría en el diseño de sus programas y que evaluen estos programas.
¿qué implica la colaboración?
Los investigadores y proveedores de servicio pueden trabajar juntos de muchas formas, y el grado de colaboración puede variar. La colaboración puede ser una acción simple y de corta duración, como ayudar a una CBO en la formulación de preguntas para una encuesta o cuando los investigadores quieren saber más sobre la población que las CBO sirven. Aún si la relación entre investigador y proveedor de servicios es limitada, hay maneras de combinar la experiencia y las habilidades de ambos y de optimizar los resultados del trabajo en conjunto. La colaboración también puede ser relativamente compleja y requerir de tiempo y recursos. Los proveedores de servicio y los investigadores pueden colaborar en la evaluación de programas, diseño de programas, y/o en el análisis datos. Generalmente, esta colaboración implica 1) seleccionar al colaborador (ya sea el investigador o la CBO); 2) crear la relación entre sí; 3) decidir qué se va a investigar (la pregunta de investigación); 4) conducir la investigación o la evaluación; 5) analizar e interpretar la información; 6) divulgar los resultados.4 El último paso en la colaboración podría implicar la creación de programas basados en los resultados de la investigación.
¿qué obstáculos enfrenta la colaboración?
La colaboración puede ser interpretada como el encuentro entre dos culturas: la cultura de la investigación y la de las CBO. Tanto investigadores como proveedores de servicio poseen culturas de trabajo particulares que incluyen ciertas normas, incentivos, lenguaje, percepción de tiempos, recursos, capacitación, educación y expectativas que a menudo difieren entre sí.5 Por ejemplo, las CBO deben resolver las necesidades inmediatas de sus afiliados mientras que los investigadores generalmente trabajan en proyectos de 2-5 años de duración con objetivos a largo plazo. A menudo las CBO desconfían de los investigadores pues se sienten “usadas” por los mismos para la recolección sus datos, toman todo el crédito y no proporcionan la información a cambio.6 También llegan a sentir que los investigadores tienen un exceso de recursos; por ejemplo, el personal de una CBO llega a recibir salarios muy por debajo de los que sus colaboradores investigadores reciben. Por otro lado los investigadores a menudo se frustran por el ritmo acelerado de las CBO, la falta de personal y la falta de prioridad para las actividades de investigación. Cuando la CBO y el investigador colaboran en un proyecto, existe un desbalance de poder inherente. A los investigadores se les percibe como “expertos” por su grado académico. La sabiduría de las CBO-conocimiento de la comunidad, del funcionamiento de intervenciones y su acceso a la población-algo que los investigadores subestiman y pasan por alto.
¿qué se está haciendo?
Un método sencillo pero vital de colaboración es asegurarse que los datos recolectados por el investigador estén a disponibilidad de la CBO. La Universidad de British Columbia en Canadá, realizó un estudio a gran escala sobre cómo utilizan los sistemas de salud y los recursos comunitarios las personas que viven con VIH/SIDA. Después del estudio, se contrató a un investigador de enlace comunitario para que trabajara con las CBO y juntos determinaran las necesidades de información de las mismas y analizaran la enorme y valiosa base de datos del estudio para ser usada en los programas de las CBO.7 Otro método de colaboración más complejo, implica trabajar juntos desde el inicio para el desarrollo de programas. La Fundación de SIDA de San Francisco (SFAF sus siglas en inglés) quería entender porqué los hombres gay/bisexuales continuaban infectándose con el VIH, por lo que inició una investigación cualitativa con hombres de alto riesgo en colaboración con CAPS-UCSF. La SFAF y los investigadores se reunían semanalmente a comentar la pregunta de investigación, el diseño del instrumento y a discutir las transcripciones de entrevistas. Desarrollaron y evaluaron dos intervenciones y una campaña publicitaria. Como producto de esta colaboración, los programas Gay Life y Black Brothers Esteem continúan operando.8 La colaboración a menudo requiere del apoyo de una infraestructura sólida. En San Francisco, la iniciativa de colaboración de CAPS brindó fondos, capacitación, supervisión, asistencia técnica y compaginó investigadores con CBO para efectuar la evaluación de programas. Esta iniciativa fue financiada conjuntamente por la universidad y fundaciones privadas. Las CBO formularon las preguntas de investigación y realizaron la evaluación con ayuda de los investigadores. Los resultados fueron divulgados en foros públicos y a través de un ejemplar especial de una revista científica. Este modelo colaborativo ha sido replicado a lo largo de los EEUU.9
¿cuáles son las mejores prácticas?
Aunque colaborar puede ser una actividad intensa de trabajo y de recursos, los beneficios para la CBO, el investigador y el campo de la prevención del VIH ameritan la inversión. Las siguientes recomendaciones pueden ayudar a asegurar una experiencia satisfactoria:10,11
- Escoger cuidadosamente al colaborador (CBO o investigador). Entrevistar varios individuos y agencias. Pedir y revisar sus referencias.
- La agencia debe generar un interés y sentido de pertenencia entre sus directivos y su personal hacia el proyecto.
- Definir roles y responsabilidades clara y repetidamente.
- Planear y presupuestar el tiempo empleado por el investigador y la CBO para comunicarse y reunirse.
- Resolver conflictos en la medida que surjan.
- Tener flexibilidad en cuanto a posibles cambios en el ámbito y/o amplitud de la investigación.
- Anticipar cambios de personal y anticipar tiempo para orientar y adiestrar al nuevo personal.
- Ayudar a capacitar a la agencia antes de iniciar una investigación .La investigación formativa, la descriptiva y la de desarrollo teórico son de mucha utilidad; la evaluación de los resultados no es siempre la mejor opción para nuevas intervenciones o nuevas CBO.
- Diseñar una investigación que tenga “una protección”, es decir, si se está evaluando una nueva intervención, quizá se deba incluir desde el inicio preguntas de investigación alternas.
- Planear estrategias de divulgación a la comunidad en todas las fases de la investigación.
- Monitorear conjuntamente el control de calidad de la investigación.
- Asegurar que se tengan los recursos y apoyo adecuados para el momento de la intervención y de la evaluación.
¿qué sostiene a la colaboración?
Existen algunas iniciativas recientes por medio de becas y subvenciones federales, privadas y universitarias. Sin embargo los proveedores de fondos deben continuar designando dinero para el trabajo conjunto entre investigadores y CBO, y este requisito deberá estar estructurado dentro de la propuesta de solicitud de fondos (grant);12 así los fondos tan requeridos para los programas no irán sólo hacia la investigación. La colaboración, además de requerir de fondos adecuados requiere de tiempo, energía y compromiso. Sin éstos requerimientos básicos la meta final de la colaboración-una prevención del VIH más efectiva-no se logrará.
¿quién lo dice?
1. Kelly JA, Somlai AM, DiFranceisco WJ, et al. Bridging the gap between the science and service of HIV prevention: transferring effective research-based HIV prevention interventions to community AIDS service providers . American Journal of Public Health. 2000;90:1082-1088. 2. Schensul JJ. O rganizing community research partnerships in the struggle against AIDS . Health Education & Behavior. 1999; 26:266-283. 3. Holtgrave DR, Qualls NL, Curran JW, et al. An overview of the effectiveness and efficiency of HIV prevention programs . Public Health Reports. 1995;110:134-146. 4. Harper GW, Salinan DD. Building collaborative partnerships to improve community-based HIV prevention research: The university-CBO collaborative partnership (UCCP) model. Journal of Prevention & Intervention in the Community. 2000;19:1-20. 5. Gomez C, Goldstein E. The HIV prevention evaluation initiative: a model for collaborative and empowerment evaluation. In: The Empowerment Evaluation: Knowledge and Tools for Self-Assessment and Accountability . Fetterman, Wandersman and Kaftarian, eds. Sage Publications, 1995. 6. Perkins DD, Wandersman A. “You’ll have to overcome our suspicions”: the benefits and pitfalls of research with community organizations. Social Policy. 1990;21:32-41. 7. James S, Hanvelt R, Copley T. The role of the Community Liaison Researcher- returning research to the community. Presented at the AIDS Impact Conference, Ottawa. July 15-18, 1999. 8. Bey J, Durazzo R, Headlee J, et al. Prevention among african american gay and bisexual men. Presented at the 8th International AIDS Conference, Durban, South Africa. Abst# WePeD4523. 9. Haynes Sanstad K, Stall R, Goldtsein E, et al. Collaborative Community Research Consortium: a model for HIV prevention. Health Education & Behavior. 1999;26:171-184. 10. Goldstein E, Freedman B, Richards A, et al. The Legacy Project: lessons learned about conducting community-based research. Published by the AIDS Research Institute, University of California San Francisco, Science to Community series. 2000. 11. Acuff C, Archambeault J, Greenberg B, et al. Mental health care for people living with or affected by HIV/AIDS: A practical guide. Published by the Research Triangle Institute. 1999. #6031. 12. DiFranceisco W, Kelly JA, Otto-Salaj L. Factors influencing attitudes within AIDS service organizations toward the use of research-based HIV prevention interventions . AIDS Education and Prevention. 1999;11:72-86.
Recursos:
Behavioral and Social Science Volunteer Program (BSSV) American Psychological Association 750 First Street, N.E. Washington, D.C., 20002-4242 202/218-3993 Fax: 202/336-6198 https://www.apa.org/pi/aids/resources/exchange/2013/01/bssv-program HIV Community-Based Research www.cbrc.net Loka Institute PO Box 355 Amherst, MA 01004 413/559-5860 https://centerhealthyminds.org/programs/loka-initiative
Preparado por Ellen Goldstein MA*, Beth Freedman MPH*, Dan Wohlfeiler MPH**; Traducción Romy Benard-Rodríguez y Maricarmen Arjona *CAPS, **STD Prevention Training Center Septiembre 2001. Hoja Informativa 40S